lunes, 28 de mayo de 2012

Giordano Bruno

Filósofo y poeta renacentista italiano cuya dramática muerte dio un especial significado a su obra. 
Su nombre de pila era Filippo, pero adoptó el de Giordano al ingresar en la Orden de Predicadores, con los que estudió la filosofía aristotélica y la teología tomista. Giordano era un pensador independiente de espíritu atormentado. Abandonó la orden  para evitar un juicio en el que se le acusaba de desviaciones doctrinales e inició una vida errante que le caracterizaría hasta el final de sus días. 
Recibió una invitación para ir a Venecia de parte de Zuane Mocenigo, quien lo requería para aprender sobre el arte de la memoria. Las relaciones entre profesor y alumno no fructificaron, en parte porque Mocenigo tenía una idea de Bruno como un mago y no como el pensador que era. Al tratar de abandonarlo, Monciego lo denunció a la inquisición por las, según él, ideas herejes que le había transmitido. Bruno fue apresado por la inquisición e interrogado en Venecia, sin embargo, al ser solicitado por Roma fue trasladado a esa ciudad.
Antes de ser ejecutado uno de ellos le ofreció un crucifijo para besarlo, el cual rechazó y dijo que moriría como un mártir. Ha sido convertido en mártir de la ciencia por la defensa de las ideas heliocentristas, aunque hay que decir que la causa principal de su juicio fue la teología neognóstica, que negaba el pecado original, la divinidad especial de Cristo y ponía en duda su presencia en la eucaristía.

sábado, 12 de mayo de 2012

Erasmo de Rotterdam, influencia

Se conoce con el nombre de erasmismo la ideología basada en las ideas y teorías de Erasmo de Rotterdam. El humanista holandés influyó considerablemente en toda Europa, pero fue en España donde su autoridad gozó de mayor aceptación. Aquí se publicaron en castellano muchas de sus obras y se hicieron comentarios a las mismas por parte de diversos humanistas de prestigio. La Universidad de Alcalá fue uno de los principales focos erasmistas en la península, pero incluso personajes muy próximos al emperador Carlos V eran declarados partidarios de Erasmo. Por señalar algún dato concreto, Juan De Valdés publicó en 1529 el Diálogo de la doctrina cristianadonde recogía las tesis erasmistas de la piedad íntima y personal. Denunciado a la Inquisición fue benignamente tratado por el tribunal que lo juzgó, compuesto en su mayor parte de teólogos próximos a las tesis de Erasmo. En esta misma línea generalizada de fervor erasmista hay que incluir la célebre e irónica frase de El BrocenseQuien dice mal de Erasmo, es fraile o es asno. Las únicas voces discordantes -le acusaban de luterano- en esta aceptación masiva provinieron de círculos cercanos a las órdenes religiosas, duramente criticadas por Erasmo y sus seguidores, aunque hay que señalar que muchos de los principales erasmistas fueron religiosos pertenecientes a muy diversas congregaciones.

Erasmo de Rotterdam, sus ideas.



3.1. La ética humanista: el cristianismo evangélico


Erasmo ejerció una gran influencia en toda Europa, no solo por su labor filológica, en la que era maestro indiscutible, sino porque plantea la renovación del cristianismo, convirtiéndose así en la gran figura del humanismo cristiano en su época y en los siglos posteriores.

Toda la obra de Erasmo está inspirada por el ideal de la renovación moral de Europa por medio del humanismo evangélico. Su propuesta, llamada Philosophia Christi, sigue el esquema que describimos a continuación.

Erasmo parte de la toma de conciencia de las corrupciones acumuladas durante siglos por la Iglesia y de su necesidad de reforma para devolverla a su pureza primitiva. Realiza una crítica mordaz al catolicismo tradicional que anticipa los ataques que posteriormente efectuaría Lutero. Pone de manifiesto aspectos como:
  • la ignorancia de los frailes;
  • las prácticas piadosas artificiales o supersticiosas;
  • o las discusiones artificiosas de los decadentes teólogos escolásticos.
Pese a esta sintonía con el teólogo alemán, Erasmo terminó rompiendo con él, después de unos años en que quiso mantenerse neutral en la disputa que mantuvo este con la Santa Sede. Erasmo defendió en De libero arbitrio (1524) la capacidad del hombre para redimirse por las buenas obras y Lutero le contestó ferozmente en De servo arbitrio (1525).

En segundo lugar, el de Rotterdam propone el uso de la capacidad racional del hombre para adquirir un mayor conocimiento de la religión cristiana. Y en este sentido, impulsa la recuperación de las lenguas y la cultura clásicas con dos fines:
  • Para educar al hombre en el desarrollo de las “virtudes naturales”.
  • Y para conocer la religión cristiana de forma directa, accediendo a las fuentes originales, tanto paganas, cromo cristianas.
La primera gran obra en esta línea fue el Novum Instrumentum, una edición crítica del texto griego del Nuevo Testamento, con una nueva traducción latina que pretendía desplazar la tradicional de S. Jerónimo (la Vulgata), texto oficial de la Iglesia católica desde hacía casi mil años. La ortodoxia romana rechazó su publicación. Erasmo también editó textos de los Santos Padres y una traducción del Antiguo Testamento en griego.

Por último, Erasmo planteaba reforzar esta formación inicial, basada en las fuentes evangélicas, con la educación moral propuesta por el cristinanismo.

Como podemos apreciar, los planteamientos de Erasmo son fundamentalmente morales; dejan las cuestiones dogmáticas en un segundo plano. El autor concreta esta línea de pensamiento en elManual del soldado cristiano (Enchiridion militis christiani, Amberes, 1504), una obra que propone una serie de recomendaciones prácticas para que los laicos vivan cristianamente.

 

3.2. El pensamiento político


El pensamiento político ocupa un lugar secundario en la producción erasmiana. Los planteamientos de la ética cristiana evangélica tienen también implicaciones políticas.

Erasmo pretende la moralización de la vida política, esto es, que la política quede subordinada a la ética cristiana. Personaliza la política en la figura del príncipe, propia de la época, y centra su reflexión en la formación y en el ejercicio del poder dentro de los límites definidos por la moral cristiana. El príncipe cristiano es, por tanto, un buen príncipe, y el Evangelio es la mejor guía para la política. Su perspectiva es radicalmente diferente de la que veremos en Maquiavelo. Para Erasmo la moral cristiana debe ser la norma que guíe todas las acciones humanas, incluidas las de los gobernantes.

Podemos encontrar reflexiones sobre el gobierno y la política, en general, en gran cantidad de las obras de Erasmo:
  • Panegírico de Felipe el Hermoso.
  • Tiranicidio.
  • Antipolemos.
  • Julius exclusus e Coeli.
  • Dulce bellum inexpertis.
  • Institutio principis christiani.
  • Querela pacis.
  • Familiarium Colloquiorum Opus.
Los dos temas principales del pensamiento político erasmiano son:
  • La formación del gobernante cristiano.
  • La defensa de la paz.

La educación del príncipe.

La doctrina de Erasmo sobre la educación del gobernante queda expuesta en la Formación del príncipe cristiano (Institutio principis christiani, 1516) dedicada al futuro emperador Carlos V. Es un librito dentro de la línea tradicional del género “espejo de príncipes”.

Erasmo toma al príncipe desde la cuna para poder formarlo mejor. Por ello, considera muy importante la figura del preceptor, que debe estar capacitado para realizar las siguientes funciones:
  • Debe seleccionar a los amigos del príncipe.
  • Debe educarle corrigiendo vicios e inculcándole las “pasiones” nobles.
El preceptor debe utilizar diversos medios. Entre ellos, debe hacer un especial uso de de textos literarios pedagógicos (como las fábulas), evitando las lecturas sobre temas violentos, como las guerras o los conflictos, que puedan despertar la animosidad del futuro gobernante.

En definitiva, Erasmo pretende convertir al gobernante en un “filósofo”, tal como había planteadoPlatón, pero con la diferencia de que el fundamento de la verdadera sabiduría es la moral cristiana, no el conocimiento técnico ni la retórica. El método pedagógico erasmiano tiene como objetivo impregnar la vida del príncipe con el espíritu del Evangelio.

La educación del príncipe no termina cuando accede al trono. Erasmo incide en las obligaciones que el gobernante debe asumir en el ejercicio de su poder. El príncipe debe tomarse en serio las obligaciones del cargo y actuar como tal (a imagen del Cristo crucificado). Y ofrece una serie de recomendaciones, entre las que podemos destacar:
  • Evitar a los aduladores.
  • Conseguir el afecto de los súbditos.
  • Seleccionar adecuadamente a los funcionarios.
El de Rotterdam trata en sus obras aspectos de la política económica del príncipe (como el fomento de las obras públicas o la promoción de la agricultura) y de la política educativa (como la extensión de la educación a toda la población).

La defensa de la paz.

Las reflexiones de Erasmo sobre la política exterior se centran en el tema de la guerra y la paz. Decidido pacifista, ante la omnipresencia de la guerra en la Europa de su tiempo, expresa en elLamento de la pazQuerela pacis, 1517) la queja del desprecio que sufre la paz por los hombres. Referencias a este tema aparecen dispersas por toda la obra del autor.

La guerra es esencialmente antihumana para Erasmo. El hombre se compone de tres elementos:
  • naturaleza (que es común a todos los seres vivos y se rige por el principio de armonía);
  • razón (lo que le hace ser privilegiado dentro de la naturaleza, y le lleva a la vida en sociedad);
  • y gracia o sobrenaturaleza (el don propio del cristiano, que exige el amor el prójimo).
La guerra es contraria a los tres elementos. No obstante, Erasmo señala que no hay paz ni siquiera en la misma Cristiandad:
  • Los sabios cristianos disputan entre sí con ferocidad.
  • Los monjes de distintas órdenes religiosas, los clérigos de distintos cabildos o, incluso, los obispos y arzobispos, se enfrentan entre ellos.
  • Los príncipes de los distintos Estados hacen la guerra.
Erasmo denuncia con vigor el absurdo de la guerra entre cristianos y afirma su ideal de que los infieles (aludiendo a los turcos) habrían de ser conquistados o vencidos con el ejemplo de los cristianos y no por la fuerza de las armas.

Erasmo afirma que las causas de la guerra tienen su origen último en las pasiones del hombre, especialmente, de los poderosos y de las masas. La guerra es, por tanto, irracional y su fin es siempre inútil. Y critica el afán de los monarcas de los Estados modernos por extender sus dominios, ya que cree que la grandeza de un reino no se mide por su extensión, sino por su prosperidad.

La reflexión de Erasmo no se queda en la exhortación moral, sino que, anticipándose a los tiempos, propone medios concretos, de una absoluta modernidad, para instaurar una política pacifista:
  • Fijar con acuerdos estables las fronteras de los reinos de Europa.
  • Despojar a los príncipes del derecho a declarar la guerra para atribuirlo a la totalidad de la nación.
  • Suprimir los antagonismos nacionales mediante una correcta formación de los pueblos, que incluye el correcto conocimiento de los vecinos.
  • Organizar el arbitraje y la diplomacia para la solución de los conflictos.

El poder.

Respecto a la legitimidad y organización del poder, Erasmo sigue doctrinas tradicionales. Frente a la tesis luterana del origen divino del poder, Erasmo sostiene la tesis ciceroniana del origen natural de la sociedad y del poder, siendo este un medio del que se vale la sociedad para conseguir el bien público. Es justo y legítimo el poder que busca el bien público (rey) e injusto el que no lo hace (tirano).

En cuanto a la organización del poder, Erasmo mantiene la preferencia escolástica por la monarquía moderada. En el Scarabeus, explica que el príncipe cristiano ha de contar en su gobierno con órganos que puedan contribuir a incrementar su sabiduría: los consejos o ministerios. Erasmo, además, señala que para el correcto funcionamiento de los consejos es necesaria la completa libertad de expresión de sus integrantes.

Erasmo de Rotterdam , su vida


Nació el 28 de Octubre  de 1466 en Róterdam, fue hijo bastardo de un sacerdote de Gouda y su sirvienta Margaretha Rogerius (Rutgers). Después de ser ordenado sacerdote (a partir de 1490), Erasmo estudió en la Universidad de París, que se encontraba en ese momento viviendo con gran fuerza el Renacimiento de la cultura de Grecia y Roma. Posiblemente en esta etapa se encuentren los comienzos del pensamiento humanista de Erasmo, que convirtieron al joven en un pensador libre y profesor de ideas independientes.